Resulta evidente el progresivo deterioro que han experimentado en los últimos años las plazas de mercado, en la mayoría de las ciudades colombianas. Mientras en los países avanzados los gobiernos aplican políticas para preservar y fortalecer estos patrimonios culturales, en Colombia no se observa interés que garantice su permanencia en el tiempo.
El grado de deterioro actual requiere de un alto nivel de compromiso rodeado de socialización, capacitación y apoyo, unida a muy buenas dosis de autoridad que recuperen el orden, el aseo y el atractivo de los lugares afectados.
La plaza de mercado de Pereira se ha convertido con el paso de los años en foco de desaseo y desorden más allá de servir como centro de atracción para el sano ejercicio del comercio.
El proceso de degradación ha sido consecuencia de varios factores que se han impuesto sobre razones de bienestar colectivo.
No menos grave es la situación que atraviesan las personas que allí confluyen, en contraste con la abundancia en los negocios y el comercio, es la abundancia en desinformación que desencadena en la falta de oportunidades para los menos favorecidos, carencias que van hasta el final de sus días ya que no cuentan con garantías para la generación de ingresos, necesarios para tener una vida Digna.
Como Contadora de la Plaza de Mercado desde el año 2016, he sido espectadora directa de las necesidades de información de esta población. Personas que están expuestas por su mismo desconocimiento a ver pasar las oportunidades de tener una mejor calidad de vida en vivienda, salud, educación.
Es por ello que la Fundación Luz Para todos desarrollara una propuesta coherente y complementaria que precisa de organización, disciplina y capacitación, que se añada a una moderna y eficiente gestión para la entrega de información oportuna que brinde mejores posibilidades de vida a esta población.